Zero Waste: Vivir sin resíduos
El ser humano produce anualmente miles de millones de toneladas de basura que contaminan el medio ambiente y envenenan el planeta. ¿Sería posible vivir sin producir basura?
Vemos imágenes de un paisaje apocalíptico que ya no es ficción, las islas de plásticos de tamaño desproporcionado flotando en el océano y las montañas de basura sin reciclar en los países que aún aceptan recibir las basuras de otros países más ricos, son una realidad. Si no cambiamos nuestra actitud hacia la basura, los ambientalistas de todo el mundo están seguros de que ya no habrá vuelta atrás. En nuestras manos está la solución para reducir la cantidad de desechos que se pudren en los vertederos. Hablemos de lo que hay que hacer para no producir basura, o al menos minimizarla.
El movimiento Zero Waste o Cero Resíduos
El movimiento Zero Wastewse fundamenta en vivir sin generar resíduos cambiando nuestros hábitos hacia un estilo de vida que genere el mínimo número de desecho posible que, en algunos casos, llega a ser “cero”.
En el año 2002 se creó la ZERO WASTE INTERNATIONAL ALLIANCE para promover alternativas positivas al vertedero y la incineración de la basura, para concienciar sobre los beneficios sociales y económicos que derivarán deconsiderar los residuos como una fuente de recursos sobre los que se pueden construir oportunidades de empleo y negocios.
Y esta es su definición de Zero Waste:
«Cero desperdicio: la conservación de todos los recursos mediante la producción responsable, el consumo, la reutilización y la recuperación de productos, envases y materiales sin quemar y sin descargas a la tierra, el agua o el aire que amenacen el medio ambiente o la salud humana».Zero Waste International Alliance, actualización 20 de diciembre de 2018
El problema del plástico ¿cuál es la solución?
Desde el año 2019 parece que nos empezamos a conciencoar de la crisis del plástico, incluso ha entrado en la agenda de la Unión Europea que ha trazado una estrategia para combatir los plásticos, un pacto de plásticos, propuestas y campañas de concienciación.
Greenpeace nos alerta sobre las falsas soluciones a la crisis del plástico:
Reciclar no es la solución
Reciclar el pástico no es la solución. El reciclaje de plástico es muy ineficaz, mucho menos que el del vidrio, debido sobre todo a las mezclas y a las diferentes sustancias dañinas que contienes los distintos tipos de pástico, que luego pasan al aire en los gases producidos en el reciclaje. No olvidemos que es un derivado del petróleo.
Recomendamos ver este documental de Netflix Recycling Sham, donde en una hora recibimos mucha información al respecto.
El papel no es la solución para sustituir al plástico.
El problema no se resuelve de repente cuando reemplazamos el plástico con papel. Después de todo, no hay suficiente papel reciclado para satisfacer la gran demanda. Por eso, incluso para temas de embalaje, papel higiénico o pañuelos desechables, se está talando el bosque. Así que hay que prestar atención al tipo y cantidad de papel que usamos.
El bioplástico no es un buen sustituto del plástico ni soluciona el problema
En algunos casos, el bioplástico puede ser una alternativa temporal al plástico, pero reemplazar el envase de plástico con una variante bioplástica no resuelve el problema. La mayoría de los bioplásticos no son fáciles de compostar, y si termina en la naturaleza, es tan peligroso como el plástico ‘ordinario’ derivado del petróleo.
El reciclaje químico
Aún no se sabe mucho acerca de las emisiones y los efectos de los productos químicos derivados de este tipo de reciclaje, y tampoco tenemos demasiada información acerca del consumo energético de esta nueva forma de reciclar.
¿Cuál es la solución para no generar residuos plásticos?
¿Qué podemos hacer entonces? De momento parece claro qeu lo único que podemos hacer es RECHAZAR el consumo de plásticos y alimentos envasados.
Greenpeace, nos hace pensar en que el problema subyacente es nuestra cultura de los desechables de la sociedad de consumo contemporánea. El plástico se usa durante unos minutos, mientras que el material existe para siempre. ¿Realmente queremos hacer un cambio? Eliminemos los plásticos y adoptemos un estilo de vida algo más minimalista.
Aquí encntrarás algunas recomendaciones de Greenpeace sobre el consumo que nos ayudarán a tomar el control sobre los problemas ambientales.
RECUERDA
El mejor plástico reciclado es aquel que no se consume. Es mejor no usar plásticos de ningún tipo porque tanto el uso como el reciclaje de plástico deja huella.
Vivir sin basura
El siguiente paso es vivir sin basura, o con el mínimo de basura posible. Beah Johnson, la creadora del movimiento Zero Waste, propone cinco reglas o cinco consejos para avanzar en esta vía:
Rechazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recompostar
Rechazar
Renuncia a lo que no necesitas. Si aprendes a vivir con poco tendrás más tiempo para lo importante y habrás dado un gran paso hacia la sostenibilidad.
- Lleva contigo una bolsa de hilo o una de supermercado reutilizable, incluso si no planeas ir a la tienda.
- Lleva una botella de agua reutilizable: ahorrarás dinero y ayudarás al planeta.
- No compres frutas y verduras envueltas en bolsas o en bandejas de plástico, cámbialas por bolsas de malla o textil. Es muy conveniente y económico.
- Rechaza el marchandising de conferencias, foros, festivales, incluso si es gratis y «como recuerdo». No los necesitas y acabarán en la basura.
- No a las bebidas «desechables» para llevar. Si quieres un café, siéntate a tomarlo o que lo preparen en tu propia taza, no en una desechable.
- Di «no» a los folletos y propaganda, hoy todo se puede encontrar en Internet.
- Cambia los artículos desechables por artículos reutilizables : túbulos de plástico, toallas de papel, envolturas de regalo, esponjas para lavar platos y más. Pásate al bambú o la fibra natural
Reducir
A veces no es fácil abandonar algo por completo, en ese caso, reduce el consumo comprando sólo lo que necesitas.
- Haz una lista de tus necesidades, verás que no necesitas tanto.
- Compra conscientemente y fíjate en las etiquetas.
- Compra artículos de calidad, durarán más y no acabarán pronto en la basura.
- Sopesa los pros y contras antes de comprar algo y evita las compras compulsivas.
- Revisa el armario, muchas veces compramos cosas que ya tenemos.
Reutilizar
Antes de tirar algo piensa en si se puede reutilizar, quizá puedas darle un uso diferente. Si no es el caso, dale una segunda oportunidad regalando las cosas que no usas o vendiendo en plataformas online.
No temas comprar ropa usada, hay lavadoras, intercambia ropa que ya usaste mucho y te aburre con otras personas. Y recuerda que viejo no significa inútil.
Recicla
Usa los puntos de reciclaje para papel, vidrio, cartón, latas, envases de plástico, bolsas, productos de caucho, baterías, lámparas fluorescentes, baterías, ropa y zapatos, y mucho más. Pero recuerda que el reciclaje es al última opción.
El compostaje
El 30-40% de los desechos domésticos son orgánicos: cáscaras de frutas y verduras, los restos de comida, flores secas, cáscaras de huevo, bolsitas de té (si están hechas de material reciclable), pueden enviarse al compost. Puedes comprar un recipiente ventilado especial con un filtro y no tendrás malos olores.
Hacer compost con la basura orgánica es mucho más sencillo cuando se vive en el campo o en un pueblo. Si esta no es tu situación, intenta generar menos basura.
Menos comida, menos basura
Compramos más comida de la que necesitamos, comemos demasiado, tenemos de todo en casa, y la mayoría de las veces acabamos tirando cosas que ya no podemos consumir porque caducaron o han sobrado. No es necesario pasar hambre, claro, pero se puede comprar siguiendo una planificación y sin dejarnos llevar por las tentaciones.
Evita los envases comprando lo necesario en paquetes grandes en lugar de envases individuales. Evita los procesados, prepara tus propios zumos, corta las verduras en lugar de comprarlas cortadas y envasadas. Es más sano y MUCHO MÁS BARATO.
Un planeta más limpio
Es loable que quieras un planeta más limpio. Actuar responsablemente con el medio ambiente, no significa que tengas que hacer sentir culpa o vergüenza a quien no actúa como tú. Conviértete en su ejemplo sin presionar. Haz que tu estilo de vida acabe seduciendo a los demás.
Hábitos saludables y respetuosos con el medio ambiente:
- Rechaza productos con embalajes innecesarios
- Crea tus propios paquetes con telas. Con el Furosiki japonés (ver vídeo) puedes usar el mismo trozo de tela para hacer un sombrero, un paquete, un transporta bebés, y casi cualquier cosa.
- Pásate a las servilletas de tela
- Cambia el plástico por la madera o el bambú
- Bebe sin pajita o úsalas reutilizables
- Lleva siempre una bolsa de tela en el bolso y en el coche
- Bebe agua en botellas que puedas lavar y reutilizar
- Camina
- Antes de pulsar el botón del ascensor, piensa si puedes hacerlo andando
- Compra a granel, es mejor y más barato
- Regala la ropa y lso objetos que no utilices en lugar de tirarlos. Usa plataformas de venta online.
- Compra de segunda mano, no es una vergüenza, es lo más cool.
- Ahorra agua
- Desenchufa todos los aparatos eléctricos que no utilizas durante la noche.
- No necesitas cientos de frascos en el baño. Piensa lo que realmente usas y no compres porque sí.
Consecuencias del Zero Waste
Cuando inicias el proceso de vivir sin generar basura, rápidamente se sienten las consecuencias de tomar decisiones de consumo responsable, entre otras:
- Se ahorra mucho dinero, no sólo porque se consume menos, sino porque se consume mejor.
- Se come mejor, por tanto repercute en la salud y la figura. Vivir sin basura adelgaza!
- Se vive más feliz prescindiendo de lo innecesario, haciendo más ejercicio, con la conciencia más tranquila, más cerca de la naturaleza, sin plástico, sin consumo absurdo,…
Vivir sin basura es la mejor forma de vivir de acuerdo con nuestra conciencia.